Luego del ataque sin precedentes de este martes contra miembros de Hezbolá, que dejó un total de 12 muertos y más de 2.800 heridos por las explosiones de localizadores beeper, este miércoles hubo una nueva ola de agresiones con estallidos de walkie-talkies y otros aparatos de comunicación del grupo paramilitar de origen libanés, donde fallecieron otras tres personas.
Las detonaciones de este segundo ataque se registraron en los suburbios de Beirut y en las ciudades de Nabatieh, Tiro y Saida, en el sur, zonas controladas por Hezbolá.
Las radios habían sido adquiridas cinco meses atrás. Tras unos primeros momentos de incertidumbre, el grupo acusó a Israel de estar detrás del ataque a gran escala. Por ahora, el gobierno de Benjamin Netanyahu no confirmó ni desmintió la autoría.
Este martes, explosiones de localizadores beeper de miembros de Hezbolá y civiles dejaron un total de doce muertos y más de 2.800 heridos, hasta el momento. Entre ellos una niña de 9 años hija de un líder del grupo paramilitar, un funcionario apuntó a Israel como autor de lo ocurrido. Según medios locales, el sistema fue detonado utilizando tecnología avanzada.
“El enemigo está detrás de este incidente de seguridad”, expresó un funcionario de Hezbolá haciendo referencia a Israel, durante los últimos meses la tensión entre ambas naciones creció y aumentaron las ofensivas en la frontera con el Líbano. Sin embargo, hasta el momento las autoridades de Israel no se pronunciaron al respecto.
«Ocho personas murieron y unas 2.750 resultaron heridas», expresó el ministro de Salud libanés, Firass Abiad, las lesiones se encuentran principalmente en «en el rostro, en la mano, en el vientre e incluso en los ojos». Entre los heridos, se encuentra el embajador de Irán en Líbano, Mojtaba Amani, según informó la agencia de noticias iraní Mehr.