Los cinco policías acusados de asesinar a Matías Paredes en Mar del Plata fueron detenidos en la noche del viernes y trasladados hasta Tribunales de esa ciudad donde podrían prestar declaración en las próximas horas. La orden de detención sobre Juan Molina, Julio Rufino Gerez, Héctor Murray, Yancamil Masía y Emilio Flores, fue convalidada luego de que el juez de Garantías Juan Tapia hiciera lugar al pedido de la Fiscalía.
Todos ellos podrían prestar declaración en las próximas horas ante el fiscal Alejandro Pellegrinelli, quien sostiene que lo ocurrido en la madrugada del jueves en la ciudad costera se trató de un operativo ilegal.
Se sospecha que los efectivos, ya apartados de la fuerza, se encontraban buscando al joven que había asesinado a un kioskero y se confundieron a Paredes con el presunto ladrón debido a que llevaba puesta una camiseta del club Alvarado, similar a la que tenía puesta el delincuente al momento del robo.
Los detenidos son Juan Molina, encargado del gabinete técnico operativo de la Comisaría 16; el sargento Julio Rufino Gerez; Héctor Murray, de Estación Camet, Yancamil Masia, efectivo de la Comisaría 14, y Emilio Flores, de la seccional 15. Todos ellos se trasladaban en dos vehículos sin identificación con los que persiguieron Paredes y sus amigos.
La figura penal para los responsables de asesinar al joven de 26 años tiene prevista una pena de prisión perpetua. El artículo 80 del Código Penal, en su inciso 9, establece que “se impondrá reclusión perpetua o prisión perpetua al que matare abusando de su función o cargo, cuando fuere miembro integrante de las fuerzas de seguridad, policiales o del servicio penitenciario”.
Para el fiscal Pellegrinelli, el autor del homicidio y quien efectuó el disparo mortal es Juan Molina, mientras que los otros cuatro policías eran partícipes necesarios, según consigna la información del diario La Capital.
El hecho ocurrió en la madrugada el jueves 6 de febrero, cuando Matías Paredes junto a dos amigos, habían salido de la presentación de la camiseta del club Alvarado en Mar del Plata y a la altura de la calle Tripulantes del Fournier, una Ford Ecosport de color gris oscuro se les colocó detrás.
Al llegar el rodado de los jóvenes al cruce de Polonia y Fortunato de la Plaza, salió de una estación de servicios otro auto, marca Volkswagen Bora de color plateado, que les cruzó su paso. Ante el miedo de no saber quiénes ni por qué los interceptaban, decidieron doblar hacia la calle Goñi y en medio de esa persecución se produjeron los disparos que terminaron con la vida de Paredes.