La Argentina de Javier Milei se transformó en uno de los paises más caros de la región. Los diversos incrementos en los servicios de luz y gas, transporte, combustibles, alimentos y prepagas, forman un combo letal para los ciudadanos que sufren la licuación de sus ingresos. A diferencia de los últimos años, vivir ya es más caro que en Brasil y Perú.
El último informe del Centro de Estudios para la Recuperación Argentina (RA) comparó los precios de una canasta básica de alimentos, vestimenta y combustible entre Argentina y otros los paises de la región. Los resultados revelaron un dato alarmante: una familia requiere de 14 sueldos mínimos para vivir y mantener un costo de vida básico.
El elevado costo de vida es resultado de diversos factores: inflación, devaluación y pérdida del poder adquisitivo en los salarios. Todos elementos que forman parte de la Argentina de Milei.
En los últimos 10 meses, el gas tuvo una suba promedio del 541%, electricidad (528%), agua (441%), servicios de internet (356%) y planes de telefonía móvil (192%). Por su parte, la medicina prepaga lo hizo en un 198%, colectivo (600%), subte (778%), trenes (1066%) y peaje (404%).
En este marco, la comparativa marca que un salario en mano registrado que en diciembre del 2023 era de $373.000, tuvo una suba promedio del 128%, siendo de $850.000 en agosto del 2024, contra un 375% que subieron los servicios públicos en el mismo periodo.
Por otro lado, la pobreza en Argentina alcanzó al 52% de la población durante el primer semestre del 2024, mientras que la indigencia afectó al 17,9% de acuerdo a estimaciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Estos números, que se calculan en base a los microdatos obtenidos por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), representan un promedio entre el primer trimestre del año, cuando el 54,9% de los argentinos se encontraba bajo la línea de pobreza y el 20,3% era indigente, y el segundo, cuando los indicadores marcaron el 49,4% y 15,9%, respectivamente.
»Se recuperaron principalmente las clases medias trabajadoras, el segmento técnico profesional, con cierta calificación, en ramas dinámicas. Mientras tanto, los trabajadores del mercado de consumo, la industria y la construcción no recibieron aumentos salariales en la misma proporción que la inflación debido a la caída del nivel de actividad», indicó Agustín Salvia, director del observatorio.